Derribando mitos.
Los mitos alrededor de la mejora continua no son muy diferentes a aquellos que nos rodean en temas cotidianos.
Por eso, quiero comenzar este post contándote una historia de una de mis heroínas.
Estoy segura de que sabes quién es Kathrine Switzer. Al menos habrás escuchado sobre ella.
Estoy hablando de la primer mujer que corrió oficialmente una maratón. Una atleta que desafió los mitos que alrededor de ella, afirmaban que “las mujeres no eran aptas” para asistir a este tipo de evento.
El 19 de abril de 1967, la atleta Kathrine Switzer fue atacada por parte de uno de los organizadores de la maratón de Boston con la intención de expulsarla de la competición.
El hecho es que para la época, las mujeres no tenían permitido participar en muchas pruebas deportivas por ser consideradas más débiles y frágiles.
Los expertos afirmaban que una carrera de más de 42 kilómetros de distancia sería perjudicial para cualquier mujer.
Además, se creía que si las mujeres practicaban mucho deporte se podrían convertir en un hombre o que podrían tener dificultades para tener hijos.
En medio del evento, y con el organizador corriendo detrás de Kathrine, pensó:
“Voy a terminar esta carrera arrastrándome o gateando si es necesario; porque si no la acabo, nadie creerá que las mujeres pueden hacerlo”.
Ese día Kathrine Switzer se convirtió en la primera mujer en correr una maratón oficial, acabando con todos las creencias que había alrededor de ella.
Y gracias a esta hazaña muchas de las mujeres alguna vez se imaginaron en un maratón, se olvidaron del “eres débil“, “tú no puedes”, “esto no es para ti” y salieron a correr.
¿Y por qué te cuento esta historia?
Kathrine nos demostró que nuestras aspiraciones son infinitas, pero que son nuestras creencias las que nos limitan.
Las creencias cultivan nuestra personalidad y han formado todo aquello que somos, por lo que depende de ellas cómo accionamos.
Así como Kathrine le demostró al mundo que la fuerza y la determinación pueden más que las creencias preconcebidas, estoy segura de que también tienes limitaciones que te impiden conseguir tus objetivos de gestión.
Por eso, hoy quiero que derribes 3 mitos sobre la mejora continua, que tomes acción, y salgas a vivir tu propia carrera por la mejora continua.
3 mitos sobre la mejora continua
Mito N° 1: No funciona en pequeñas empresas.
Lo cierto es que no solo funciona, sino que es imprescindible aplicarla para superar los desafíos que presentan las Pymes, y que vulneran su crecimiento y permanencia en el tiempo.
Es muy común que el funcionamiento de una Pyme tenga el estilo de su fundador o de su dueño, por lo que esto va a tener consecuencias positivas o no tanto, según bueno, la forma de actuar de esta figura.
La mejora continua permite que la empresa pueda dar un salto de calidad basado en estrategia, procesos y experiencia, y no sólo en corazonadas.
Y logra que la capacidad de mejora sea coherente con el recurso disponible, permitiendo un crecimiento escalable, y no uno forzado.
Eso sí, es muy importante saber que el éxito del proceso dependerá siempre del compromiso de las personas, no del tamaño de la empresa.
Mito N° 2: Debes invertir mucho tiempo y dinero.
Este mito está relacionado con el IMPACTO a lograr.
Podría decirse que el impacto es el resultado esperado de una acción, y que por lo general se mide a través del grado de la mejora.
Si bien hablando de solución de problemas puntuales, un cambio grande podría tener un impacto mayor que pequeños cambios continuos, es crucial tener en cuenta el grado de despliegue que este representa.
Es decir, que si una acción afecta a varios procesos, entonces su impacto será mayor y en consecuencia su inversión de tiempo y dinero también lo será.
Lo valioso aquí, es saber que todo proceso de mejora continua debe asegurar que los recursos a invertir no solo sean coherentes con el beneficio a obtener, sino que además se realicen en el momento correcto.
Mito N° 3: Si no eres un experto, no puedes lograrlo.
Siéndote muy sincera, si quieres dirigir un proceso de mejora continua, no necesitas ser un genio en el tema, o tampoco manejar complejas herramientas ni sistemas técnicos.
La clave se encuentra en crear una estrategia que apoye la operatividad de las personas para que se comprometan con el desempeño de la empresa.
Por esto es fundamental que cultives ciertas cualidades que te ayudarán a ser un buen líder de mejora continua.
Algunas de ellas son:
- Mente resolutiva.
- Espíritu basado en hechos.
- Adaptabilidad.
- Pasión por el desafío.
- Comunicador.
- Optimizador.
Te dejo otro post si quieres saber qué necesitas para convertirte en un líder de mejora continua.
¿Hay algún otro mito que te preocupa?
Cuéntame en los comentarios. Será un placer ayudarte!